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¿Qué opina la OMS de los productos homeopáticos para el cáncer?

Declaraciones de organizaciones médicas sobre el uso de la homeopatía.

Las organizaciones como el National Health Service del Reino Unido, la American Medical Association,el FASEB, y el National Health and Medical Research Council de Australia, han concluido que "no existe evidencia de buena calidad que la homeopatía sea efectiva como tratamiento para problema de salud alguno". En 2009, el funcionario Mario Raviglione de la Organización Mundial de la Salud criticó el uso de la homeopatía para tratar la tuberculosis; de igual forma, otro vocero de la OMS argumentó que no existía evidencia que la homeopatía fuese un tratamiento efectivo para la diarrea.

La American College of Medical Toxicology y la American Academy of Clinical Toxicology recomiendan que nadie use la homeopatía como tratamiento frente a una enfermedad o como una medida de salud preventiva. Dichas organizaciones informan que no existe evidencia de que el tratamiento homeopático sea efectivo, pero que existe evidencia de que usar estos tratamientos produce daño y puede conllevar riesgos de salud indirectos al retrasar tratamientos eficaces.

Razones

La baja concentración de los remedios homeopáticos, los que a menudo carecen incluso de una única molécula de la sustancia original, ha sido la base de los cuestionamientos sobre sus efectos desde el siglo XIX. Defensores contemporáneos de la homeopatía han propuesto el concepto de la «memoria del agua», según el cual el agua «recuerda» las sustancias mezcladas en ella y transmite los efectos de dichas sustancias al consumirse. Este concepto es inconsistente con el actual entendimiento de la materia y nunca se ha demostrado que la memoria del agua tenga efecto detectable alguno, biológico o de cualquier otro tipo. Al contrario, la investigación farmacológica ha descubierto que los efectos mayores de un ingrediente activo provienen de dosis mayores, no menores.

Dilución extrema

Las diluciones extremas de la homeopatía impiden la posibilidad de un mecanismo de acción biológicamente plausible. A menudo sus remedios están diluidos al punto donde ya no quedan moléculas originales en una dosis del producto final.

El físico Robert L. Park, ex director ejecutivo de la American Physical Society, dijo: «debido a que la mínima cantidad de sustancia en una solución es una molécula, una solución 30C tendría que tener al menos una molécula de la sustancia original disuelta en un mínimo de1 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 [1060] moléculas de agua.

Las leyes de la química expresan que existe un límite de dilución sin que se pierda completamente la sustancia original. Este límite, identificado con el número de Avogadro, es aproximadamente igual a las potencias homeopáticas de 12C o 24X (1 parte en 1024). Las pruebas científicas realizadas por los programas Horizon de la BBC y 20/20 de ABC fueron incapaces de diferenciar las diluciones homeopáticas del agua corriente, incluso cuando se usaron las pruebas propuestas por los propios homeópatas.

En 2005, la revista médica The Lancet publicó un metaanálisis de 110 ensayos de homeopatía y 110 ensayos homólogos de la medicina convencional, ambos controlados por placebo, en el marco del Programa de evaluación de la medicina complementaria (PEK) del gobierno suizo. El estudio concluyó que sus hallazgos son «compatibles con la noción de que los efectos clínicos de la homeopatía son efectos placebo».

Un metaanálisis de 2006 de seis ensayos que evaluaron si los tratamientos homeopáticos podían reducir los efectos secundarios de la terapia oncológica producto de la radioterapia y quimioterapia halló que había «insuficiente evidencia para sustentar la eficacia clínica de la terapia homeopática en los cuidados del cáncer».

Un análisis sistemático de 2007 de la homeopatía para niños y adolescentes encontró que la evidencia para el trastorno por déficit de atención con hiperactividad y diarrea infantil era mixta. No se halló diferencia frente a placebo para la hipertrofia adenoidea, asma, ni infección del tracto respiratorio alto. La evidencia no fue suficiente para recomendar ninguna intervención terapéutica o preventiva y el retraso en la atención médica puede resultar dañino para el paciente.

En 2011, una revisión sistemática de 25 ensayos que habían experimentado homeopatía para enfermedades psiquiátricas no encontró evidencia de su efecto para la mayoría de las enfermedades y notó que la calidad de los estudios primarios eran en cualquier caso demasiado pobres para extraer conclusión alguna sobre su seguridad o efectividad.

La Biblioteca Cochrane no halló suficiente evidencia clínica para evaluar la eficacia de los tratamientos homeopáticos para el asma, la demencia, trastorno por déficit de atención con hiperactividad o la inducción del parto. Otros investigadores no encontraron evidencia de que la homeopatía sea beneficiosa para la osteoartritis, las migrañas, el dolor muscular de aparición tardía o eccema.

En un artículo de 2012 publicado en Skeptical Inquirer, Edzard Ernst analizó las publicaciones del grupo de investigación que ha publicado la mayoría de los estudios clínicos del tratamiento homeopático entre los años 2005 y 2010. Las evaluaciones de Ernst hallaron numerosos errores en el diseño, dirección e información.

Ética y seguridad

Proveer remedios homeopáticos ha sido descrito como no ético. Michael Baum, profesor emérito de cirugía y profesor invitado de Humanidades médicas del University College de Londres (UCL), ha descrito a la homeopatía como un «cruel engaño».

Edzard Ernst, el primer Profesor de medicina complementaria del Reino Unido y exhomeópata, ha expresado su preocupación sobre los farmacéuticos que violan su código ético al fallar en proveer a sus pacientes de la «información relevante y necesaria» sobre la verdadera naturaleza de los productos homeopáticos que promocionan y venden:

Mi llamado es simplemente a la honestidad. Dejen a las personas comprar lo que quieran, pero díganles la verdad sobre lo que están comprando. Estos tratamientos son biológicamente implausibles y que los ensayos clínicos han demostrado que no hacen absolutamente nada en los seres humanos. El argumento de que esta información no es relevante o importante para los clientes es bastante y simplemente ridículo.

Los pacientes que eligen usar la homeopatía en lugar de la medicina basada en la evidencia se arriesgan a perder un diagnóstico oportuno y un tratamiento efectivo de enfermedades serias como el cáncer.

El Director médico de Inglaterra, Dame Sally Davies, ha dicho que los remedios homeopáticos son «basura» y no sirven para nada más que placebo. Jack Killen, subdirector interino del Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa, dijo que la homeopatía «va más allá de toda comprensión actual de la química y la física». Agregó: «No existe, a mi saber, enfermedad para la cual se haya probado que la homeopatía sea un tratamiento efectivo». Ben Goldacre dijo que los homeópatas que tergiversan la evidencia científica para un público científicamente analfabeto se han «autoexcluido de la medicina académica y toda crítica se ha enfrentado demasiado a menudo con evasión en lugar de debate».

Refiriéndose específicamente a la homeopatía, el Comité de Ciencia y Tecnología de la Cámara de los Comunes del Reino Unido declaró:

A nuestro ver, las revisiones sistemáticas y los metaanálisis demuestran concluyentemente que los productos homeopáticos no se desempeñan mejor que placebos. El Gobierno comparte nuestra interpretación de la evidencia.

En el parecer del Comité, la homeopatía es un tratamiento placebo y el Gobierno debería tener una política sobre prescribir placebos. El Gobierno es reluctante a abordar la procedencia y ética de prescribir placebos a los pacientes, lo que usualmente depende de algún grado de engaño al paciente. La prescripción de placebos no es consistente con la elección del paciente informado, que el Gobierno asegura que es muy importante, ya que significa que los pacientes no tienen toda la información necesaria para tomar una decisión significativa. Más allá de los problemas éticos y la integridad de la relación médico-paciente, prescribir puros placebos es una mala medicina. Su efecto no es de fiar e impredecible y no puede formar el fundamento exclusivo de ningún tratamiento en el NHS [Sistema Nacional de Salud].

El Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa del National Institutes of Health (Estados Unidos) declaró:

La homeopatía es un tema controvertido en la investigación de la medicina complementaria. Varios de los conceptos claves de la homeopatía no son consistentes con los conceptos fundamentales de la química y la física. Por ejemplo, no es posible explicar en términos científicos cómo un remedio que contiene poco o ningún ingrediente activo pueda tener algún efecto. Esto, a su vez, crea grandes retos a la investigación clínica rigurosa de los remedios homeopáticos. Por ejemplo, uno no puede confirmar que un remedio extremadamente diluido contiene lo que se nombra en la etiqueta, o desarrollar mediciones objetivas que muestren efectos de remedios extremadamente diluidos en el cuerpo humano.

Una revisión de 2006 por W. Steven Pray de la Facultad de farmacia de la Southwestern Oklahoma State University recomendó que las facultades de farmacología incluyan una asignatura obligatoria sobre medicaciones y tratamientos sin evidencia, promover la discusión de dilemas éticos inherentes en recomendar productos sin garantía de seguridad y eficacia y que se debería enseñar a los estudiantes dónde los sistemas sin probar, como la homeopatía, se apartan de la medicina basada en la evidencia.

En 2013, sir Mark Walport, el nuevo Government Chief Scientific Adviser del Reino Unido y cabeza del Government Office for Science, dijo sobre la homeopatía: «Mi parecer científico es absolutamente claro: la homeopatía es una tontería, es aciencia.

En Estados Unidos, el presidente de la National Council Against Health Fraud (Consejo nacional contra el fraude en salud) dijo que «La homeopatía es un fraude perpetrado contra el público con las bendiciones del gobierno, gracias al abuso de poder político del senador Royal Copeland [principal promotor de la Food, Drug, and Cosmetic Act, 1938]».

Se han vuelto populares las parodias de «sobredosis» de los preparados homeopáticos por individuos o grupos mediante «suicidios homeopáticos» desde que James Randi empezó a tomar botellas enteras de píldoras somníferas homeopáticas antes de dar sus charlas. En 2010 The Merseyside Skeptics Society del Reino Unido lanzó la campaña 10:23, que alentaba a realizar sobredosis colectivas en público. En 2011 esta se expandió y participaron 69 grupos, de los cuales 54 subió grabaciones del proceso. En abril de 2012, en la conferencia SkeptiCal en Berkeley, más de 100 personas participaron en una sobredosis masiva de cofiea cruda, preparado homeopático que supuestamente alivia el insomnio.

Las organizaciones educaciones y sin fines de lucro Center for Inquiry (CFI) y la asociada Committee for Skeptical Inquiry (CSI) demandaron a la Food and Drug Administration (FDA, Estados Unidos), criticando a Boiron por tergiversar el etiquetado y la publicidad de Oscillococcinum. CFI en Canadá hizo un llamado a los consumidores que se sintieron dañados por productos homeopáticos para que los contactaran

En agosto de 2011, una demanda colectiva fue presentada contra Boiron en representación de «todos los residentes de California que han comprado Oscillo en cualquier día de los últimos 4 años». Los cargos fueron que «no es nada más que una píldora de azúcar», «a pesar de publicitar falsamente que contenía un ingrediente activo reconocido para tratar los síntomas de la gripe».

La reportera Erica Johnson del programa Marketplace de la CBC News dirigió una investigación sobre la industria homeopática canadiense. Sus conclusiones fueron que está «basada en ciencia defectuosa y pensamiento realmente chifiado». Escépticos del Center for Inquiry (CFI) participaron de una sobredosis colectiva frente a una sala de emergencias en Vancouver, B.C., tomando botellas enteras de «medicamentos» que les debería haber provocado adormecimiento, náuseas o muerte. Luego de 45 minutos de observación no se manifestó ningún efecto adverso.

Johnson les pidió a los homeópatas y sus representantes corporativos curas para el cáncer y afirmaciones de vacunación. Todos informaron de resultados positivos pero ninguno pudo ofrecer un respaldo científico a sus afirmaciones, solo que «funciona». Jonhson fue incapaz de encontrar alguna evidencia de que los preparados homeopáticos contuviesen algún ingrediente activo. Los análisis realizados en el Departamento de química de la Universidad de Toronto hallaron que el ingrediente activo era tan pequeño que «es equivalente a cinco mil de millones de veces más pequeño que la cantidad de aspirina [...] de una sola píldora».